4 nov 2015

La fotovoltaica, imparable en las principales economías del mundo

La energía fotovoltaica está creciendo en el mundo a un ritmo medio del 40% desde 1990, que se incrementará hasta el 66% en 2020. A medida que la demanda y el mercado fotovoltaico mundial se estabilizan, en las principales economías del mundo la fotovoltaica constituye uno de los rasgos que identifica a los sistemas productivos más innovadores y competitivos.

Las causas de este crecimiento han sido el amplio margen de reducción de costes unido a la necesidad de disminuir la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de CO2, la seguridad jurídica, el apoyo a la industria nacional, el autoconsumo en edificios y las facilidades de financiación. La realidad es que la tecnología fotovoltaica ha madurado en cinco años a una velocidad imbatible por ninguna otra fuente, hasta convertirse en la energía con más potencial para satisfacer las necesidades energéticas de la humanidad a largo plazo y para eliminar el CO2.

El progreso de la fotovoltaica en el mundo solo es comparable al temor que suscita en el sector eléctrico tradicional, incapaz de competir sin el paraguas permanente del intervencionismo.