9 mar 2016

Los números de la movilidad, según el Parlamento Europeo

El transporte europeo depende en un 96% del petróleo o sus derivados en lo que a sus necesidades energéticas se refiere, lo que representa aproximadamente una tercera parte del consumo total de energía.

El transporte urbano genera alrededor del 25% del total de las emisiones de CO2 y aproximadamente el 70% de todas las emisiones en las zonas urbanas responsables del cambio climático y es el único sector de la UE cuyas emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando (lo han hecho un 30% desde 1990).

El 50% de los ciudadanos europeos utiliza a diario el vehículo privado, mientras que solo el 16% utiliza el transporte público y el 12% la bicicleta. 

Cerca del 50% de los desplazamientos en las zonas urbanas no superan los cinco kilómetros (5 km), y que, por ello, en numerosas ciudades podrían realizarse a pie, en bicicleta, en transporte público/colectivo o en cualquier otro medio de transporte, como los recorridos compartidos. 

Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, en 2011 al menos 125 millones de ciudadanos europeos estuvieron expuestos a niveles de contaminación sonora superiores al límite de seguridad de 55 decibelios (dB), siendo la causa más importante el tráfico rodado.

Un porcentaje de ciudadanos europeos –estimado entre un 15% y un 40%– está expuesto a concentraciones de partículas finas (PM2.5 y PM10), al ozono troposférico y al dióxido de nitrógeno, que exceden los niveles de calidad de la UE y considerando que ese porcentaje aumenta al 90% si se tienen en cuenta las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Tan solo en 2010 los costes en la salud causados por la contaminación atmosférica en la Unión Europea se estimaron entre 330.000 y 940.000 millones de euros, o sea, entre el 3% y el 9% del PIB de la Unión Europea.