25 nov 2017

El Gobierno, abierto a la supresión de las trabas en el autoconsumo


El Foro Solar, organizado por UNEF (Unión Española Fotovoltaica), clausuró su cuarta edición celebrada los días 21 y 22 de noviembre en Madrid con unas perspectivas un poco más optimistas para el sector. El secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, que intervino en la jornada inaugural, resaltó que el Gobierno está "abierto a la eliminación de las trabas administrativas" en elautoconsumo y a la apertura de espacios de colaboración. Navia subrayó el alto desarrollo de la tecnología fotovoltaica, "que ya compite sin apoyos, o con apoyos reducidos", y el papel crítico que jugará en el futuro sistema energético.

La segunda sesión del foro, el 22 de noviembre, puso de relieve que la implantación del autoconsumo es viable en todos los sectores económicos y constituye un eje fundamental de este cambio de modelo energético. En este sentido, Paolo Frankl, director de la División de Energías Renovables de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), indicó que en el caso de España la fotovoltaica representará un 25% del mix energético en los próximos cinco años, pero apuntó que, para ello, se necesitan sistemas, políticas y redes más flexibles; "la tecnología va más deprisa que la política", añadió.

Una de las claves en esta transición es, precisamente, el desbloqueo al autoconsumo eléctrico, una de las principales demandas que hacen desde UNEF. En opinión de Barredo, el autoconsumo “es el futuro” y el sector espera que se empiece a regular ahora tras la reciente sentencia del Tribunal Supremo. En este sentido, desde la patronal se pide claridad en los procedimientos y regulaciones y que las Comunidades Autónomas colaboren.

Además, según Barredo, el autoconsumo “liberalizado” no supondría una amenaza al sistema eléctrico porque la potencia máxima que se podría instalar rondaría los 250 MW y el sistema dejaría de ingresar unos 4 millones de euros al año, menos de un 0,02% de los costes del sistema.

Desde la Fundación Renovables defienden la relevancia de la energía fotovoltaica como elemento “primordial” para romper el modelo de oferta y para “potenciar el papel del consumidor”. “Cualquier tecnología que llegue nueva no preocupa si llega desde el lado de la oferta, al sector energético tradicional lo que le preocupa es que llegue del lado de la demanda”, ha expuesto Fernando Ferrando, presidente de la fundación.

“La fotovoltaica va a ser un elemento fundamental no de un cambio de modelo energético, sino que va a provocar un cambio en el comportamiento de los que somos verdaderamente actores en el mundo energético, los consumidores”, ha agregado señalando que esta es una de las claves por las que los gobiernos a la hora de regular o las empresas ofrecen resistencias ante este cambio. “Esta tecnología va a romper el modelo de oferta y los consumidores pasarán a ser ciudadanos”.

Según las estimaciones de UNEF, si la capacidad de generación fotovoltaica aumenta entre 500 MW y 1.000 MW anuales en grandes instalaciones y entre 150 MW y 300 MW anuales en pequeña generación distribuida hasta 2025, la reactivación de la actividad industrial y del sector sumarían 17.000 puestos de trabajo directos y sumaría al PIB sectorial más de 4.000 millones.