23 sept 2018

Siete razones por las que el coche eléctrico terminará con el coche con motor de combustión, y antes de lo que esperamos

1. China
Sin duda en la actualidad hablar de ventas de coches es hablar de China. El gigante asiático se ha convertido en el epicentro de la industria automovilística, siendo el que más coches en general vende. Entre todas las tecnologías, el pasado año llegaron a matricular una cifra récord de 86 millones de coches, un 30% más que el año anterior. Una cifra que podemos comparar con los 17.2 millones de Estados Unidos, y los 15.6 millones de Europa.


Un mercado muy interesante para todos los fabricantes, locales y foráneos, pero que ahora se ha topado con un imprevisto. Y es que a partir de 2019 entrarán en vigor las cuotas de ventas de coches eléctricos en este mercado. Esto significa que aquellas marcas que quieran operar en China, y sacar partido a sus enormes cifras de ventas, tendrán que lograr que al menos un 10% de sus ventas sean coches eléctricos para 2019. Una cifra que crecerá hasta el 12% en 2020, y el 20% en 20025. El resultado es que de repente los fabricantes han abrazado la movilidad eléctrica y se han lanzado a un ambicioso programa de inversiones para conseguir llegar a tiempo. Algo que disparará la oferta, y que tendrá su efecto en el mercado occidental ya que muchos de esos coches fabricados en China vendrán a Europa.

2. Caída de los precios de las baterías
Según las últimas estadísticas, en 2010 el coste del kWh era de 1.000 dólares. Una cifra que ha ido cayendo de forma imparable hasta que en 2017 se ha anotado un mínimo de 200 dólares el kWh. Una cifra en la que no se detendrá, y que continuará recortando con una expectativa de llegar a los 100 dólares el kWh antes de 2020. Algo que según los expertos permitirá al coche eléctrico tener un precio de producción similar al de un diésel o gasolina.



3. Incremento de capacidades de las baterías

4. Mejora de la confianza en la vida de las baterías



5. Fiabilidad de los coches

6. Más baratos de operar