15 jun 2019

Cuando las renovables eran como la peste

El 8 de marzo de 2009 El País publicaba una entrevista con el entonces presidente de Gas Natural y Unión Fenosa (hoy Naturgy), Salvador Gabarró, en la que afirmaba que, “en esencia, el déficit de tarifa lo generan las energías renovables. Las subvenciones a la energía eólica y, sobre todo, fotovoltaica, son un disparate”. Gabarró añadía que “la energía solar es carísima. Si queremos muchas renovables, pues adelante. Pero seamos conscientes de que será caro. No podemos querer muchas renovables y querer también la tarifa más barata de Europa”.


El 21 de junio de 2010, Borja Prado, entonces presidente de Endesa dijo ante su Junta de Accionistas: “mientras unos cuantos se hacían de oro, nosotros hemos dado de comer a la bestia y ahora la bestia va a acabar con nosotros”. La bestia, claro, eran las renovables. “Toda nuestra parte técnica, que es de lo que vive Endesa, está virtualmente parada por culpa de las renovables, que tienen prioridad de entrada en la red”, y entran “con una prima bestial sobre el precio del pool que hay que pagar sí o sí”.

El 14 de octubre de 2013, Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, dijo en Onda Cero que la termosolar y la fotovoltaica son “tecnologías inmaduras y poco eficientes”, “cuestan 5.000 millones en primas y solo suponen el 5% de la producción de energía”, lo que obliga a “tener que cerrar otras centrales que sí son eficientes” (en referencia a los ciclos combinados de gas, que languidecían por la caída de la demanda). Y para dar fuerza a sus argumentos se ofreció a mantener un debate público “con los que quieran”. Debate que fue aceptado de inmediato por Anpier y al que el presidente de Iberdrola nunca respondió.

Nos alegra que los que ponían palos en las ruedas hayan abandonado el lado oscuro y estén de nuestra parte. Su enorme capacidad será fundamental para que la transición energética avance a buen ritmo, mientras se consolida un sector industrial que traerá buenas noticias para el empleo en España. 

Pero conviene no olvidar aquellos tiempos en los que las renovables eran como la peste. Y cuando mañana te plantees hacer una instalación de autoconsumo en tu casa, en tu bloque de pisos, en tu nave industrial, recuerda que algunos siempre estuvieron de este lado. Y que su empuje y su compromiso han doblegado a quienes pensaban que la energía solar era un disparate. (Ver más >)