19 ene 2020

Microsoft da un paso más contra el calentamiento global: será climáticamente negativa y eliminará todo el carbono que ha emitido desde 1975

Microsoft quiere marcar la diferencia en la lucha contra el cambio climático. No se va a quedar en los objetivos de neutralidad de CO2 como se incluyen en la mayoría de los planes de las grandes multinacionales. Su presidente ejecutivo, Satya Nadella, ha dicho que quería alcanzar el objetivo para 2050, pero para hacerlo, la compañía apunta a convertirse en «carbono negativo» para 2030, eliminando más carbono del medio ambiente del que emite.

Eso va más allá de una promesa de su rival tecnológico Amazon, que tiene la intención de ser «neutral en carbono» para 2040.

«Cuando se trata de carbono, la neutralidad no es suficiente», ha dicho por su parte el presidente de Microsoft, Brad Smith, «el carbono en nuestra atmósfera ha creado una capa de gas que atrapa el calor y está cambiando el clima mundial. Si no frenamos las emisiones y las temperaturas continúan subiendo, la ciencia nos dice que los resultados serán catastróficos».

Por ello, la compañía ha anunciado que establecerá un fondo de innovación climática de 1.000 millones de dólares (901 millones de euros) para desarrollar tecnologías de lucha contra el CO2.

Pero ¿cómo logrará Microsoft su objetivo?

Microsoft ha sugerido una variedad de maneras en las que podría eliminar el carbono de la atmósfera, como por ejemplo:

1- Creación de nuevos bosques y expandiendo los existentes.

2- Secuestrar el carbono en el suelo: un proceso para devolver el carbono al suelo. Esto podría lograrse agregando microbios y nutrientes a la tierra reseca, lo que debería tener los beneficios adicionales de hacer que el suelo sea más fértil y menos susceptible a la erosión.

3- Capturar directamente el CO2 del aire, mediante la succión del dióxido de carbono de la atmósfera, posiblemente mediante el uso de ventiladores grandes para mover el aire a través de un filtro que puede eliminar el gas.

4- Utilizar bioenergía con captura de carbono: cultivar cultivos y luego capturar el CO2 que emiten cuando, por ejemplo, se queman para producir calor o se fermentan para producir combustibles como el bioetanol. Las emisiones negativas son posibles si la cantidad de CO2 almacenado como resultado es mayor que la emitida durante la producción, el transporte y el uso.