La Universidad de Northwestern, Illinois, ha publicado un interesante estudio en el que analiza el impacto que tendría para los países la implantación del coche eléctrico en nuestras carreteras, y los beneficios en reducción de emisiones que tendrá como consecuencia un importante ahorro económico para las arcas públicas en diferentes apartados.
Una de las conclusiones de este estudio es que los vehículos eléctricos y la generación de energía renovable no solo reduce los gases de efecto invernadero, sino que salva vidas. Si a esto le añadimos la reducción del impacto ambiental por las menores emisiones, incluyendo el grave daño del transporte de petróleo e hidrocarburos, y la mayor eficiencia de los sistemas eléctricos, el resultado es que la adopción de la movilidad eléctrica debería ser una prioridad para los estados que lograrán reducir sus emisiones, al mismo tiempo que salvan vidas y ahorran decenas de miles de millones de euros cada año en gastos relacionados con el impacto de las propias emisiones.