10 ago 2020

¿Es el coche eléctrico la solución a la movilidad del futuro?

Es una pregunta que se hace mucha gente y a la que ha pretendido responder Adrián Fernández, ingeniero de Obras Públicas, especializado en Transporte, y Máster en Movilidad y Seguridad Vial por la Universidad Politécnica de Madrid. Es también el responsable de la campaña de Movilidad en
Greenpeace España. Como adelanto, esta frase: Necesitamos coches eléctricos, sí, pero en definitiva necesitamos menos coches.

“Desde Greenpeace defendemos la promoción del coche eléctrico por sus ventajas para la salud y para el medio ambiente. Y para lograrlo es necesario que se alimente de fuentes renovables y que se respeten los derechos humanos y ambientales en los procesos de extracción, fabricación y reciclaje de las baterías”, apunta Adrián Fernández en su blog de Greenpeace.

Las baterías, lejos de ser un producto de usar y tirar, deben jugar un papel clave como herramienta de gestión de la demanda. Los vehículos eléctricos intercambian energía con la red y acumulan los excedentes en sus propias baterías, lo que permite una mayor integración y aprovechamiento de la electricidad producida con energías renovables. Incluso cuando acaban su vida útil pueden reutilizarse como baterías estacionarias para regular el consumo doméstico.

El futuro de la movilidad pasa por un urbanismo que potencie la proximidad y reduzca la necesidad de trayectos largos, donde el uso del transporte colectivo siga siendo mayoritario, como ya sucede en muchas de nuestras ciudades. Y que cuando necesitemos viajar en coche podamos elegir el más apropiado entre una flota eléctrica de movilidad compartida, de forma más eficiente en tiempo, energía y coste, y sin tener que fabricar un coche nuevo por persona.

“Lo que necesitamos es el servicio de movilidad, no la posesión del vehículo”, concluye Adrián Fernández.


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