Mire los tejados que ve desde su ventana, o vaya a un punto con
cierta perspectiva, verá cientos o miles de metros cuadrados de tejados,
de casas unifamiliares, de naves industriales, de azoteas, sin ningún
uso. Ahora cierre los ojos e imagínelos con miles de placas solares
produciendo electricidad… contribuyendo, además, a una menor cuota de
importaciones y ahorrando para millones de ciudadanos…
Seamos serios. En España hay mucho sol. No hay gas, ni mucho
petróleo, ni mucho carbón de calidad, ni mucho uranio, ni siquiera mucho
viento constante. Pero si mucho sol.
Tenemos una muy elevada dependencia energética, de las mas altas de
Europa (según Eurostat, del 73,3%), la segunda mayor de los grandes
países europeos solo superada por Italia. Dependencia que nos obliga a importar grandes cantidades de productos petrolíferos con fines energéticos
(representan el 22% del total de las importaciones). Y mientras el
precio del petróleo (y el del gas que permanece indexado a este) se
mantiene en torno a los 110 dólares por barril, la masiva salida de
divisas se sigue produciendo. Además los países de los que importamos
estas materias primas no son precisamente muy estables. Por otra parte
tampoco somos muy ricos. Es decir tampoco podemos permitirnos no
utilizar nuestros propios recursos.
Otros países y territorios ya han apostado por este sistema. Y no son precisamente gente subdesarrollada, ni pobre, ni idiota. Por ejemplo: California, Alemania, Australia, UK.
Algunas empresas, caracterizadas no precisamente por su estupidez, como Google, también han apostado por la energía fotovoltaica.
El precio del panel solar durante la última década, ha descendido su precio y mejorado sus rendimientos, hasta situar el precio del kW producido en precios más baratos que la energía comprada en la red.
La energía distribuida y el autoabastecimientos son claves para disminuir la dependencia energética. En definitiva, una alternativa generadora de empleo –que falta nos hace–, barata y que beneficia a todos. En muy pocos años, y ustedes lo verán, lo veremos todos, e independientemente del cualquier gobierno, y del poder de los lobbies y algunas empresas ancladas en el pasado, el futuro será solar, y casi todos los tejados que usted ve desde su casa serán solares… Y no será una alucinación.
Vuelva a cerrar los ojos… Ahora ábralos… ¿Empezamos ya
Algunas empresas, caracterizadas no precisamente por su estupidez, como Google, también han apostado por la energía fotovoltaica.
El precio del panel solar durante la última década, ha descendido su precio y mejorado sus rendimientos, hasta situar el precio del kW producido en precios más baratos que la energía comprada en la red.
La energía distribuida y el autoabastecimientos son claves para disminuir la dependencia energética. En definitiva, una alternativa generadora de empleo –que falta nos hace–, barata y que beneficia a todos. En muy pocos años, y ustedes lo verán, lo veremos todos, e independientemente del cualquier gobierno, y del poder de los lobbies y algunas empresas ancladas en el pasado, el futuro será solar, y casi todos los tejados que usted ve desde su casa serán solares… Y no será una alucinación.
Vuelva a cerrar los ojos… Ahora ábralos… ¿Empezamos ya