10 dic 2022

Desarrollan una batería de sodio-azufre con una capacidad energética cuatro veces superior a la de iones de litio

Investigadores de la Universidad de Sídney afirman haber desarrollado un nuevo tipo de batería de sodio-azufre que, según dicen, ofrece “una capacidad superalta y una vida útil ultralarga“, y que será mucho más barata que las baterías tradicionales.

Las baterías de sodio-azufre no son nuevas, ya que existen desde hace varias décadas, pero han sido una alternativa muy inferior a las baterías tradicionales de iones de litio debido a su baja capacidad energética y a sus cortos ciclos de vida.

Sin embargo, un equipo de investigación dirigido por Shenlong Zhao, de la Escuela de Ingeniería Química y Biomolecular de la Universidad de Sídney, ha desarrollado un nuevo tipo de batería de sodio-azufre.

Mediante un sencillo proceso de pirólisis y electrodos de carbono, que ayudan a mejorar la reactividad del azufre y la reversibilidad de las reacciones entre éste y el sodio, los investigadores afirman que su nueva batería ofrece una capacidad energética cuatro veces superior a la de las baterías de iones de litio y es mucho más barata de producir.

El ingrediente clave de la batería de sodio-azufre (Na-S) es un tipo de sal fundida que puede obtenerse del agua de mar, de la que la Tierra dispone en abundancia. Por tanto, su producción es mucho más barata que la de las baterías de iones de litio.

“Cuando el sol no brilla y la brisa no sopla, necesitamos soluciones de almacenamiento de alta calidad que no cuesten un ojo de la cara y sean fácilmente accesibles a nivel local o regional. Esperamos que proporcionando una tecnología que reduzca los costes podamos alcanzar antes un horizonte de energía limpia. No hace falta decirlo, pero cuanto antes descarbonicemos, más posibilidades tendremos de frenar el calentamiento”, añade Zhao.

Las soluciones de almacenamiento que se fabrican utilizando recursos abundantes como el sodio -que puede procesarse a partir del agua de mar- también tienen el potencial de garantizar una mayor seguridad energética de forma más amplia y permitir que más países se sumen al cambio hacia la descarbonización.