9 may 2023

El autoconsumo colectivo en una comunidad de vecinos supone un ahorro de hasta 800 euros anuales

Casi la mitad de los españoles que residen en un piso o apartamento desconocen si pueden o no instalar una fuente de energía alternativa en su hogar. Pues bien, las comunidades de propietarios ya tienen la posibilidad de instalar placas solares para beneficiarse del autoconsumo colectivo tras la reciente modificación de la Ley de Propiedad Horizontal.

Esta modificación facilita la obtención de las mayorías necesarias para establecer acuerdos, realizar obras que mejoren la eficiencia energética y solicitar las oportunas subvenciones.

No obstante, todavía existe un gran desconocimiento en torno a estas instalaciones. Según el Estudio Sotysolar de Energías Renovables, un 45% de los españoles que residen en un piso o apartamento desconoce si puede instalar una fuente de energía alternativa en su hogar, aunque a pesar de eso, al casi 88% de los encuestados le gustaría utilizar energía renovable.

Luz Benítez, Chief Sales Officer SotySolar, ha destacado que “las instalaciones colectivas de autoconsumo resultan altamente rentables. Con las ayudas públicas, la instalación se amortiza en un plazo de 3 años, con una vida útil de 25 años. La mejora de la eficiencia energética y el ahorro en la factura de la luz son dos de las grandes ventajas del autoconsumo compartido”.

Ayudas
La financiación y las facilidades de pago, las subvenciones y las facilidades para la instalación son las tres cuestiones más importantes a la hora de decantarse por una instalación de energía renovable.

Los fondos Next Generation, por ejemplo, permiten subvencionar estas instalaciones y aunque la cuantía varía según el kWp instalado y el porcentaje de ahorro energético, las ayudas se sitúan entre los 355 y los 710 euros por kWp para instalaciones con potencias de entre 10 kW y 5.000 kW.

Además, los ayuntamientos ofrecen ayudas sobre el IBI y el ICIO con unas cuantías que cubren entre el 50 y el 95%. A esto se suma también la posibilidad de deducción de IRPF anual entre un 20 y un 60%, dependiendo de la mejora de la eficiencia energética.