20 ene 2024

WoodMac predice un crecimiento fotovoltaico mundial fuerte pero plano hasta 2032


Wood Mackenzie afirma que la industria solar ha alcanzado una nueva etapa en su evolución y prevé alrededor de 350 GW anuales de instalaciones solares en todo el mundo durante los próximos ocho años. La empresa de investigación también pronostica retos para el sector de la fabricación solar y los tan esperados beneficios de la Ley de Reducción de la Inflación en Estados Unidos.

Europa, que registró un crecimiento anual de las instalaciones del 38% en 2022 y del 26% en 2023, registrará un crecimiento medio anual del 4% en los próximos cinco años. El informe cita como causas de esta ralentización el aumento de las tarifas minoristas a medida que desaparece la crisis energética, la ralentización del crecimiento de la energía solar distribuida y los límites de capacidad de la infraestructura de red.

Se espera que el crecimiento medio en Estados Unidos, que alcanzó el 27% entre 2019 y 2023, caiga al 6% entre 2024 y 2028. Pero Wood Mackenzie espera que toda la amplitud de la Ley de Reducción de la Inflación se materialice en 2024. Predice que esto dará lugar a la contratación de más proyectos solares a escala de servicios públicos, beneficios para el segmento de la energía solar distribuida, y verá cómo el sector de fabricación de módulos nacionales de EE.UU. casi se triplica en 2024, con 40 GW de capacidad que se espera que esté operativa a finales de año.

La firma de análisis también prevé que la fabricación de energía solar se enfrente a “un ajuste de cuentas” en 2024.

La expansión del mercado ha sido impulsada principalmente por China, cuya capacidad de fabricación de módulos ya triplica la demanda mundial. Este exceso de oferta está llevando a China a mínimos históricos en el precio de los módulos y, según Wood Mackenzie, el abaratamiento de los módulos chinos pondrá en entredicho los planes de muchos países de construir cadenas de suministro de energía solar nacionales integradas verticalmente. Según sus previsiones, muchas de las instalaciones previstas no llegarán a materializarse, mientras que las ya existentes se verán en apuros para mantener su actividad a medida que disminuyan las tasas de utilización.

“Esto no es nuevo: la fabricación de energía solar es conocida por ser un negocio notoriamente difícil. Pero el sector nunca ha sido tan grande. Con la ralentización del crecimiento de la demanda mundial, los fabricantes tendrán que ser más innovadores que nunca para seguir en activo”, afirma el informe.