El futuro de Aragón se juega en gran medida en el campo de la energía. La comunidad está a la vanguardia de España en la descarbonización de la producción eléctrica gracias al desaforado despliegue de plantas renovables que ha protagonizado, un auge con el que se sitúa como cuarto productor nacional con tecnologías verdes. El segundo en eólica. Lo malo es que más de la mitad de la luz que se genera en el extenso territorio se va fuera y alimenta el desarrollo económico de otras regiones. Esta situación podría equilibrarse o, incluso, revertirse en la próxima década al calor de las grandes inversiones ligadas a proyectos electrointensivos, que en su mayoría corresponden a centros de datos.
Así lo revela el listado de solicitudes de acceso de demanda a las redes de transporte y distribución de Red Eléctrica en Aragón. Las peticiones de energía alcanzan ya los 7.400 megavatios (MW) a fecha del 15 de noviembre. Si todos esos proyectos son técnicamente viales y llegan a materializarse, supondría «triplicar» el consumo actual de la comunidad autónoma, destacó este miércoles la directora general de Energía y Minas del Gobierno de Aragón, Yolanda Vallés, con motivo de su participación en la constitución de una comisión de energía conjunta de la CEOE Aragón y la Cámara de Zaragoza.