Estos últimos años, España se ha convertido en el objetivo de las grandes tecnológicas. Desde Meta hasta ACS, pasando por Microsoft, Amazon o Google, parece que todas quieren su porción del pastel de suelo —y red eléctrica— del país para instalar sus centros de datos. Una de las comunidades más atractivas para estas instalaciones es Aragón, donde Amazon o Microsoft tienen grandes planes.
El problema es que se estima que, para 2030, estos centros de datos consumirán la mitad de la electricidad de la comunidad.
Acelerón. Hace unas semanas, el Gobierno de Aragón presentó el 'Plan Energético de Aragón 2024-2030'. El documento hace un repaso de las últimas políticas y compara con la situación actual, pero también con la que estiman de cara a los próximos seis años, con datos muy interesantes. Por ejemplo, declaran que, desde 2020 hasta finales de 2023, la comunidad incrementó la potencia de energía eólica instalada en un 18%, mientras que la solar aumentó en un 56%. Son datos en la línea de una media nacional que ha permitido que España tenga un excedente de energía procedente de las renovables.
En noviembre del año pasado, un informe de la consultora Aurora Energy Research mencionó los puntos por los que España es una ubicación privilegiada para la instalación de centros de datos. Más allá del excedente energético o la situación con las renovables, se trata de un punto estratégico con respecto a América, África y el resto del continente, así como la disponibilidad de terrenos amplios para las instalaciones.
Esperan que las renovables aumenten significativamente: un 20,9%, pasando de 615,3 ktep a 744,1 ktep. Y sólo queda ver si ese aumento en las renovables es suficiente para alimentar a los tragones centros de datos cuando necesitan los picos de energía.