Una Unión Energética Europea que asegure una
energía segura y asequible para ciudadanos y empresas y que sea
respetuosa con el clima. “Usar la energía con más inteligencia y luchar
contra el cambio climático no es solo una inversión en el futuro de
nuestros hijos, también va a crear crecimiento y nuevos puestos de
trabajo”, afirma el Ejecutivo comunitario tras aprobar esta semana la
estrategia marco para la Unión Energética y la política de cambio
climático de la UE cara a la cumbre de París de diciembre.
Cuatro pilares
• Cláusula de solidaridad: reducir la dependencia de proveedores individuales y confiar en los (países) vecinos, especialmente cuando se enfrentan a interrupciones en el suministro de energía. Mayor transparencia cuando los países de la UE hacen ofertas para comprar energía o gas a los países fuera de la UE.
• La energía debe fluir, como si se tratara de una quinta libertad. Esto significa que circule libremente a través de las fronteras, la aplicación estricta de las normas actuales en áreas tales como la separación de la energía y la independencia de los reguladores y tomar acciones legales si es necesario. Para ello, hay que rediseñar el mercado de la electricidad de manera que esté más interconectado, haya más renovables y sea más sostenible, y eliminar gradualmente las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente, entre otras medidas.
.
• Situar la eficiencia energética en primer lugar. Esto significa tratar la eficiencia energética como fuente de energía en sí misma para que pueda competir en igualdad de condiciones con la capacidad de generación.
.
• La transición a una sociedad baja en carbono, pensada para durar: asegurar que la energía producida localmente –incluida la generada con renovables– pueda ser inyectada a la red con facilidad y eficacia; promover el liderazgo tecnológico de la UE, mediante el desarrollo de la próxima generación de las tecnologías renovables y convertirse en un líder en movilidad eléctrica, con las compañías europeas aumentando sus exportaciones y competitividad
Actualmente, la UE es el mayor importador de energía del mundo: importa el 53% de la energía que consume a un coste anual de unos 400.000 millones de euros. (Ver más)
• Cláusula de solidaridad: reducir la dependencia de proveedores individuales y confiar en los (países) vecinos, especialmente cuando se enfrentan a interrupciones en el suministro de energía. Mayor transparencia cuando los países de la UE hacen ofertas para comprar energía o gas a los países fuera de la UE.
• La energía debe fluir, como si se tratara de una quinta libertad. Esto significa que circule libremente a través de las fronteras, la aplicación estricta de las normas actuales en áreas tales como la separación de la energía y la independencia de los reguladores y tomar acciones legales si es necesario. Para ello, hay que rediseñar el mercado de la electricidad de manera que esté más interconectado, haya más renovables y sea más sostenible, y eliminar gradualmente las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente, entre otras medidas.
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• Situar la eficiencia energética en primer lugar. Esto significa tratar la eficiencia energética como fuente de energía en sí misma para que pueda competir en igualdad de condiciones con la capacidad de generación.
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• La transición a una sociedad baja en carbono, pensada para durar: asegurar que la energía producida localmente –incluida la generada con renovables– pueda ser inyectada a la red con facilidad y eficacia; promover el liderazgo tecnológico de la UE, mediante el desarrollo de la próxima generación de las tecnologías renovables y convertirse en un líder en movilidad eléctrica, con las compañías europeas aumentando sus exportaciones y competitividad
Actualmente, la UE es el mayor importador de energía del mundo: importa el 53% de la energía que consume a un coste anual de unos 400.000 millones de euros. (Ver más)