San Francisco se acaba de convertir en la primera ciudad del mundo en
estrenar tres estaciones de recarga para coches eléctricos que no
requieren estar conectadas a la red de energía de la ciudad ya que su
funcionamiento se basa en celdas solares, lo que además las hace
móviles, es decir, se pueden cambiar de ubicación sin necesidad de
complicadas instalaciones, pero lo más importante es que son gratuitas.