La tecnología funciona gracias a paneles fotovoltaicos que alimentan una bomba. Esta hace que el agua pase por unos filtros donde se elimina cualquier sólido en dilución y por último es desinfectada con ozono. De esta forma se puede potabilizar el agua de pozos, ríos y estanques de forma rápida: “Lo presentamos en una feria y la gente alucinó de lo sencillo que era, con poco mantenimiento, pocos repuestos fáciles de cambiar, seguro y efectivo”, añade el experto en desinfección. Una propuesta ecológica que no requiere de productos químicos más tóxicos como el cloro.
Electrificación rural, bombeo para agricultura, depuración de agua… son algunos de los proyectos en los que Aldasoro está involucrado. Como suele decirse, se trata de enseñar a pescar, y el ingeniero explicó cómo montar paneles fotovoltaicos a trece familias de El Salvador que vivían sin luz en la falda del volcán San Vicente. “Lo montaron ellos mismos, y cuando una anciana que no había visto nunca la luz encendió el interruptor se puso a llorar”.