La instalación consiguió un ahorro de 3.198 euros el primer año por generación eléctrica fotovoltaica, siendo la rentabilidad de la instalación del 4,5% anual. El uso de baterías de acumulación, permitió compatibilizar la máxima producción eléctrica por generación fotovoltaica con la recarga en los momentos más adecuados según el uso de los vehículos. El sistema permitió además ahorrar 885,6 kg de CO2 al año.