Las energías renovables van a suponer una verdadero premio de lotería caído del cielo para muchos municipios aragoneses. El nuevo boom de proyectos eólicos y fotovoltaicos que vive la comunidad supondrá una importante fuente de ingresos para los pueblos que acogerán estas instalaciones energéticas, en algunos casos hasta llegar a cubrir hasta la mitad o más de los presupuestos municipales con estas aportaciones.
En concreto, los promotores eléctricos de los proyectos que se construirán hasta el 2020 abonarán en torno a 14 millones de euros a ayuntamientos y particulares, una cuantía que se repartirá al 50% entre impuestos y alquileres de los terrenos. Esta cifra ascenderá a unos 420 millones de euros en los próximos 30 años, la duración habitual de los contratos de explotación de estas instalaciones, que suelen incluir una cláusula para prorrogar la actividad de 10 años más.
Estos ingresos, junto con la generación de un importante número de puestos de trabajo directos e indirectos, van a suponer el principal impacto económico que las energías verdes tendrán en la comunidad autónoma, que se convertirá en un campeón nacional en este campo, junto con Galicia y Castilla y León.