12 ene 2022

Bruselas desata una ofensiva contra la viabilidad de las energías renovables

La Comisión Europea ha comenzado 2022 dando la etiqueta verde a la energía nuclear y al gas fósil a falta de otras alternativas viables. Con una sola frase ha echado por tierra la credibilidad de las directivas, reglamentos y recomendaciones del “Paquete de Invierno” que, desde 2016, proclaman la viabilidad técnica y económica de las energías renovables y la eficiencia energética para alcanzar la neutralidad climática en 2050 con una energía segura, limpia y barata, sin citar la energía nuclear ni el gas fósil, ni siquiera como energías de respaldo, y situando al consumidor activo como centro de la transición energética, otorgándole nuevos derechos, aún no reconocidos en las regulaciones nacionales.

Lo que se necesita son más renovables y no más nucleares ni gas fósil
Tanto la ONU como la AIE no se cansan de repetir que, siendo la inversión energética que más crece, es necesario triplicar la inversión en energías renovables para alcanzar el objetivo de reducción de emisiones del Acuerdo de París, del 40% sobre el nivel de 1990, y la neutralidad climática en 2050.


¿Por qué no ha insistido Bruselas en exigir a los gobiernos el cumplimiento de las directivas para avanzar en la integración masiva de renovables “in situ” y la eficiencia energética en la economía europea y no en plegarse a los intereses de los propietarios de activos gasistas y nucleares? Que la Comisión Europea diga ahora que las energías renovables y la eficiencia energética no son alternativas viables frente al gas fósil y las nucleares es un fraude de la legislación europea que burla los derechos de los consumidores y contribuyentes.

La Comisión Europea nunca se pronunció sobre la energía nuclear y dejó la cuestión a la libre decisión de cada gobierno. Ahora ha roto esta práctica y la división entre los gobiernos se ha abierto irresponsablemente, ignorando que el coste de la gestión de los residuos nucleares es incalculable e ilimitado y que no existe la tecnología para su almacenamiento definitivo.


Estos hechos revelan que es falso afirmar que la energía nuclear es viable técnica y económicamente y no causa perjuicio significativo al medio ambiente. Aún es más grave deslegitimar los calendarios de cierre ya aprobados.
Todos los Estados miembros saldrán perjudicados por el retraso de las políticas de energía y clima ya establecidas. Los únicos beneficiados serán los propietarios de los activos gasistas y nucleares. 
Las instituciones europeas deben rectificar y ser coherentes con las directivas que aprueban porque tienen su fundamento en la protección de los consumidores activos y del medio ambiente, mientras lo que ahora se propone es la vuelta a la Europa de los mercaderes. (+)