Un conjunto de células solares ultrafinas -hasta 117, en el caso del Vision EQXX- captan la energía del sol y la envían para su almacenamiento en una batería de litio ferrofosfato.
Al contrario que en otros eléctricos que también aprovechan la energía solar -como el Ioniq 5 de Hyundai-, esta batería no posee una conexión con los propulsores, sino que se emplea para alimentar órganos auxiliares como el climatizador, las luces o el sistema multimedia.
Con ello, la marca de la estrella apuesta por reducir la demanda energética de las baterías principales, alargando la autonomía de estas últimas hasta -aproximadamente- unos 25 km.