Así lo recoge el informe «Tecnología de baterías en la Unión Europea: informe de situación de 2024 sobre desarrollo tecnológico, tendencias, cadenas de valor y mercados’», del Observatorio de Tecnologías de Energía Limpia de la UE.
El Observatorio de Tecnologías de Energía Limpia (Clean Energy Technology Observatory, CETO) de la Unión Europea ha publicado el informe «Battery Technology in the European Union», en el que recoge un análisis del panorama general de las baterías en la unión y perspectivas para los próximos años.
El informe se centra en las baterías de estado sólido (SSB), las de iones de sodio (Na-ion) y la actualización de los indicadores disponibles para las tecnologías de baterías en general. En cuanto a las aplicaciones, se centra en las baterías para vehículos eléctricos y los sistemas estacionarios de almacenamiento de energía en baterías (BESS).
Actualmente, las aplicaciones de movilidad representan alrededor del 86% de todas las baterías en uso, principalmente en vehículos personales, vehículos comerciales ligeros y autobuses. La capacidad de las baterías de iones de litio instaladas en vehículos en todo el mundo alcanzó los 750 GWh en 2023, un 36% más que en 2022. Se espera que la futura demanda mundial alcance los 4-6 TWh/año en 2030.
En 2023, las ventas mundiales de vehículos electrificados superaron los 14 millones (+35% interanual), y alcanzaron una cuota del 16% de las ventas totales de vehículos (14% en 2022). China representó 8,3 millones, la UE 2,4 millones y EE.UU. 1,6 millones de vehículos.
En 2023, el precio medio mundial de las baterías por kWh disminuyó un 14%, volviendo a una tendencia a largo plazo de disminución de los precios, y se espera que esta tendencia continúe en el futuro. También se espera que en 2026-27 el precio medio del pack caiga por debajo de los 100 USD/kWh en función de los costes de las materias primas, la competencia y la presión de las tecnologías alternativas, por ejemplo las baterías de Na-ion, que podrían ser un 30% más baratas que las LFP cuando se aumente su producción. Los costes de las baterías de estado sólido eran de 300-500 USD/kWh en 2023, mientras que las expectativas futuras se reducen a 100-150 USD/kWh para 2034.
Por último, el informe señala que la gestión flexible de las cargas de la red podría reducir las necesidades de integración de los sistemas de almacenamiento de energía en la red eléctrica, lo que reduciría las inversiones y dependencias necesarias y aliviando la presión sobre la producción de baterías.