4 jun 2023

El complejo engranaje de la transición energética; Hidrógeno verde


A la hora de descarbonizar, allí donde no llegue la electrificación, harán falta combustibles verdes, de origen renovables, que no causen emisiones ni en su producción ni en su combustión. En procesos industriales de altas temperaturas o en el transporte pesado y de largas distancias, la electrificación no es eficiente o, simplemente, no es posible. Es aquí donde los combustibles verdes jugarán un papel clave en la transición energética.

El vector que ahora mismo es el más indicado para este rol es el hidrógeno verde. El hidrógeno verde es el que se produce por electrólisis del agua usando electricidad de fuentes renovables. Durante su combustión, el hidrógeno no emite gases de efecto invernadero, por lo que es el gas idóneo para convertirse en el combustible del futuro.

Los objetivos de la Unión Europea son que el hidrógeno verde sea una tecnología madura y totalmente implantada en el continente en 2050. Para 2030, el objetivo es disponer de 40 GW de electrolizadores y una producción de 10 millones de toneladas al año. Para ello, la fecha máxima de finalización de los contratos a largo plazo de gas natural se ha fijado en 2049.

La construcción de electrolizadores y el desarrollo de la infraestructura necesaria para su distribución serán otras de las claves para una transición energética completa. La península ibérica, con su gran potencial solar, y el Mar del Norte, con su potencial de eólica marina, pueden convertirse en los principales hubs de producción y distribución de hidrógeno verde para el continente europeo.