Un equipo formado por científicos del Instituto
Tecnológico de Massachusetts (MIT) en EE.UU. y de la Universidad de
Tsinghua en Pekín (China) ha desarrollado una nueva tecnología que
permite incrementar la capacidad, la duración y la potencia de la
energía de las baterías de iones de litio, al mismo tiempo que reduce su degradación y su precio.
Se prevé que la aplicación comercial de esta tecnología no está muy lejos y que estamos muy cerca de disfrutar de tiempos de carga ultra rápidos y baterías con una vida útil mucho más larga.