El balance del período Rajoy es muy concreto: mayor dependencia energética hoy que ayer (como el barril de Brent vuelva a moverse en los precios de antaño el impacto sobre la economía nacional va a ser durísimo), más CO2 en el aire (y muchísimo más caro hoy que ayer), más paro en el sector (con el consecuente impacto sobre los presupuestos sociales) y el precio del kilovatio hoy tan elevado como los más elevados de la historia.
“El 60% o más de lo que se paga en un recibo de la luz –decía hace unos meses en Televisión Española el ya exministro Nadal- depende de lo que nosotros estemos regulando”.
La pregunta entonces es: si el 60% depende del regulador (Nadal dixit), ¿qué porcentaje de responsabilidad tiene el regulador en la subida perpetua del precio de la luz?
El cambio de gobierno ha cerrado una etapa que puede calificarse de nefasta para las renovables. Se abre ahora un panorama lleno de incógnitas y de posibilidades.
¿Desatascará el PSOE el autoconsumo? ¿Acabará con el impuesto al Sol? ¿Reconducirá a España hasta la senda de la transición energética? ¿Reparará el daño que ha ocasionado la inseguridad jurídica a 60.000 pequeños propietarios de huertas solares? La oportunidad es única. ¿El horizonte? Histórico. 2020.