Un nuevo informe revela que las naciones del G7 (Estados Unidos, Francia, Alemania, Canadá, Italia, Japón y Reino Unido) siguen gastando casi 90.000 millones en ayudas a los combustibles fósiles (carbón, gas y petróleo) a pesar de que están obligados a que desaparezcan totalmente en 2025. A tan solo siete años, no se aprecia un cambio de rumbo, un dato que sorprende aún más porque cada año desde 2009 han ido reiterando su compromiso de eliminar estos subsidios ineficientes.
A pesar de las promesas, los gobiernos del G7 proporcionaron más de 64.000 millones de euros en apoyo fiscal y más de 16.000 millones en financiación pública para combustibles fósiles en 2015 y 2016, según el informe. El 64% del apoyo se destinó para transporte, hogares, industria y otros sectores.
Al menos eso es lo que se destaca del informe “G7 fossil fuel subsidy scorecard” realizado por la organización británica Overseas Development Institute (ODI) en colaboración con Oil Change International (OCI), el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD) y el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC).