El Fondo Soberano de Riqueza de Noruega, el más grande del mundo (con más de un billón en dólares en activos), va camino de ser cada vez más ecológico y ha emprendido una senda para desengancharse (aunque no totalmente) de los combustibles fósiles).
El Parlamento noruego ha votado y ratificado por unanimidad dar instrucciones al Fondo de Riqueza Soberana (el fondo de pensiones del gobierno noruego, también conocido como el Fondo del Petróleo) para que venda valores estimados en unos 7.500 millones de dólares de unas 150 empresas de petróleo y gas.
También ha dado el mandato de desinvertir miles de millones más en compañías de carbón. La renuncia al carbón puede alcanzar los 5.800 millones de dólares según las estimaciones de las oenegés.
Esto eleva el total estimado de las exclusiones de carbón, petróleo y gas a más de 13.000 millones de dólares.
El Fondo también está autorizado a invertir hasta 20.000 millones de dólares en energías renovables (2% del fondo), principalmente en proyectos eólicos y solares en los mercados desarrollados.
“Más allá de aislar su cartera contra la inevitable y permanente caída del precio del petróleo, la decisión de Noruega pone en conocimiento de la industria de los combustibles fósiles que el dinero inteligente está en las energías renovables: El compromiso histórico de Noruega de invertir miles de millones de dólares en proyectos solares y eólicos es sólo una muestra de lo que vendrá cuando los inversores se desprendan del pasado e inviertan en el futuro”.