España es, sin duda, una de las grandes potencias mundiales en cuanto a potencia instalada de fuentes de energía renovable. Teniendo en cuenta que no es un territorio especialmente extenso ni con una gran población, tiene un mérito especial. Pero ¿cómo se compara MW contra MW con el resto de las grandes economías que han apostado por las renovables?
Como se ha visto, España ya parte de una buena posición para alcanzar los objetivos ambiciosos del PNIEC. Esta buena posición de salida y el buen ritmo que ha empezado a marcar la nueva capacidad renovable instalada en 2020 está convirtiendo a España en el laboratorio mundial de las renovables y la ha puesto en el punto de mira de los inversores internacionales.
A centrar la atención mundial, han ayudado los resultados de la subasta de renovables celebrada a finales del mes de enero. Los resultados de la subasta son muy buenos de cara a los inversores. Aun siendo precios bajos, no son precios ridículamente bajos, son precios razonablemente bajos. Son precios que hacen que las inversiones en nuevas instalaciones renovables sean rentables en el largo plazo, teniendo en cuenta que después de estar sometidas al Régimen Económico de Energías Renovables (REER) las plantas continuarán operativas.
Además, con las inversiones necesarias, España tiene la oportunidad de convertirse en el principal hub de producción y exportación de hidrógeno verde en el sur del continente gracias al recurso renovable, principalmente solar, de que dispone. (+)