6 nov 2025

La apuesta inteligente: renovables + almacenamiento + control de tensión

Por qué no basta con poner más paneles y molinos

España tiene un potencial renovable envidiable. Cada hora de sol o viento que no aprovechamos es energía limpia que dejamos escapar y gas importado que seguimos pagando.
Pero llenar el país de fotovoltaica y eólica no garantiza estabilidad ni soberanía energética si la red no puede absorber, guardar y regular esa energía.

La receta ya está clara:
👉 Renovables + Almacenamiento + Control de tensión.

Renovables: la fuente limpia y barata

Cada megavatio renovable sustituye combustibles fósiles, baja las emisiones y reduce la factura energética exterior.
Pero su producción es intermitente y depende del clima. Sin gestión, provoca picos y valles que desestabilizan la red y deprimen los precios en horas punta para luego dispararlos al anochecer.

Almacenamiento: el amortiguador que da estabilidad

Las baterías, bombeos y sistemas híbridos permiten trasladar energía de los momentos de exceso a los de escasez.
Además, pueden actuar en milisegundos para amortiguar perturbaciones y mantener la frecuencia estable.
Así, cada kilovatio renovable vale más, porque puede usarse cuando hace falta y no solo cuando el sol brilla.

Control de tensión: la física que sostiene la red

El voltaje de la red no se mantiene solo. Hace falta potencia reactiva y control dinámico.
Los inversores modernos, los compensadores síncronos y los dispositivos SVC/STATCOM permiten que incluso una red 100 % renovable sea tan estable como la actual, o más.
Sin ese control, cada oscilación puede multiplicarse hasta provocar desconexiones en cascada, como ocurrió en el apagón ibérico del 28 de abril.

Beneficio doble: independencia y eficiencia

Apostar por este trinomio no solo mejora la estabilidad:

  • Reduce la dependencia del gas y la electricidad importada, blindando la seguridad energética.

  • Aprovecha más la producción renovable nacional, evitando vertidos y pérdidas.

  • Y abarata el sistema a largo plazo, al necesitar menos respaldo fósil.


En resumen

No se trata de frenar las renovables, sino de madurarlas tecnológicamente.
La energía del futuro no solo se genera: se gestiona, se guarda y se controla.
Esa es la diferencia entre una red frágil y una red soberana.
Entre depender del gas ajeno o vivir de nuestro propio sol y viento.