En España se repite la idea de que “hay demasiada energía renovable y la red no puede con más”. Los mapas de capacidad parecen confirmarlo: más del 80 % de los nudos están saturados y miles de nuevos proyectos —industriales, residenciales y renovables— se rechazan por falta de capacidad disponible.
1. Por qué la red “revienta” en horas de sol y viento
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las líneas se congestionan,
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los operadores deben frenar aerogeneradores o desconectar fotovoltaica,
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y los nudos “se llenan”, impidiendo nuevas conexiones.
Este desequilibrio temporal —no geográfico— es el núcleo del problema.
España no genera demasiada renovable: la genera a horas en las que la red no puede trasladarla ni almacenarla. Sin capacidad para desplazar esa energía a momentos de mayor demanda, la red se convierte en un embudo.
2. El almacenamiento como “válvula de expansión” del sistema eléctrico
El almacenamiento es la herramienta que permite a la red respirar.
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baja picos de demanda,
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reduce el estrés en la red,
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y sustituye a generación térmica más cara.
Es, literalmente, un desatascador estructural.
Lo más importante:
3. Qué cambiaría con 5–10 GW de almacenamiento distribuido
Incluso antes de 2030, una estrategia de almacenamiento bien ubicada tendría tres efectos inmediatos:
🔹 1. Reduciría la saturación de los nudos más críticos
Buenas ubicaciones permitirían absorber picos locales, liberando capacidad para:
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nuevos autoconsumos,
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cargadores de vehículos eléctricos,
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centros de datos,
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industrias electrointensivas.
Es más barato aliviar nudos estratégicos con almacenamiento que reconstruir toda la infraestructura.
🔹 2. Disminuiría el vertido renovable
El almacenamiento podría recuperar una fracción significativa de ese desperdicio sin necesidad de nuevas líneas.
🔹 3. Reduciría la dependencia del gas y los precios marginales
La energía almacenada en horas baratas (solar del mediodía) sustituiría al gas en las horas caras (tarde-noche), lo que:
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estabilizaría precios,
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reduciría emisiones,
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y daría más valor al conjunto del sistema.
4. El almacenamiento como refuerzo silencioso de red
A diferencia de las líneas de alta tensión, que requieren años de tramitación y grandes inversiones, el almacenamiento:
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puede desplegarse en meses,
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puede localizarse en los puntos más saturados,
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evita sobrecargas críticas,
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da inercia sintética y estabiliza frecuencia,
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permite integrar más renovables e industria.
Es el único activo capaz de actuar en el tiempo y en el espacio según lo necesite la red.
5. Un sistema más flexible es un sistema más grande
Con él:
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los nudos dejan de “llenarse”,
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la red necesita menos refuerzos estructurales,
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y el país puede admitir más renovables, más industria y más electrificación sin cuellos de botella.
Conclusión: almacenar es liberar España
El debate no debería ser “¿tenemos demasiada renovable?”, sino:
¿cuánta de nuestra propia energía estamos dejando escapar por no poder guardarla?
El almacenamiento:
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alivia la saturación de la red,
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reduce vertidos,
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aumenta la estabilidad,
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baja la dependencia del gas,
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permite crecer a la industria,
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y multiplica la capacidad útil del sistema eléctrico.
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