Wildpoldsried es una pequeña aldea en Baviera, sur de Alemania, con unos 2.600 habitantes principalmente dedicados a la ganadería lechera.
Hace casi dos décadas, el pueblo decidió embarcarse en un experimento para transformar toda la generación de energía a métodos renovables y así ser autosuficiente.
En los últimos 19 años han invertido en toda una gama holística de proyectos de producción de energía que incluyen turbinas de viento, paneles solares fotovoltaicos, sistemas hidroeléctricos y de biomasa.
"Ganaderos visionarios"
El proyecto partió de una iniciativa ciudadana, particularmente de los ganaderos que no querían continuar quemando diésel, especialmente para la calefacción.
"Contamos con muchos ganaderos que son visionarios que querían cambiar los sistemas anticuados y reemplazar los turbinas eólicas y sistemas de biomasa para producir gas", dijo Susi Vogl, portavoz de la comunidad y encargada de organizar los grupos de visita que hacen turismo energético.
Un ganadero en particular, Wendelin Einsiedler, asumió el liderazgo con un proyecto personal.
"Construyó su propio generador de biogás, puso paneles solares fotovoltaicos y planeó e instaló la primera turbina de viento en Wildpoldsried. Lo hizo con su propio dinero", explicó Vogl. "El secreto de nuestro éxito es laparticipación ciudadana", aseguró Susi Vogl
"En total, los ciudadanos han invertido 40 millones de euros en todo el proyecto y el retorno ha sido de 5 millones de euros al año por la energía que le vendemos al tendido eléctrico", indicó Vogl.
"Es mejor que meter el dinero en un banco", recalcó con entusiasmo.
Todo el proyecto comprende 11 turbinas eólicas con capacidad de 12 megavatios, cinco plantas de biogás, 2.100 metros cuadrados de paneles solares fotovoltaicos que producen casi 5 megavatios, una red de calefacción distrital por biomasa y tres pequeñas plantas hidroeléctricas.
Susi Vogl constantemente atiende las visitas de comunidades de otros países interesados en empezar proyectos similares.