China está considerando la introducción de cuotas
obligatorias para los fabricantes de automóviles que les exigiría
producir más vehículos eléctricos o comprar créditos de carbono de sus
compañeros del sector, en un intento de reforzar la lucha
contra la emisión de gases de efecto invernadero y apoyar a las empresas
en el desarrollo de lo que el gobierno considera una industria
estratégica.
La medida propuesta obligará a los fabricantes de automóviles a
producir o importar vehículos eléctricos en una proporción concreta
sobre las ventas de coches, de acuerdo con un proyecto de documento
preparado por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China.
Las empresas que no logren alcanzar los objetivos de reducción de las
emisiones de dióxido de carbono se verán obligadas a comprar créditos o
pagar multas de hasta cinco veces el precio medio de los créditos, dijo
el regulador de la política industrial del país.