La Comisión de Servicios Públicos de Oregón, en Estados Unidos, ha adoptado la semana pasada una serie de normas para las instalaciones solares colectivas locales que representan un paso adelante para permitir que todos los habitantes de este estado participen directamente en proyectos sin tener que colocar paneles en sus viviendas.
Las instalaciones solares colectivas permiten a múltiples clientes de energía -familias, empresas y escuelas- compartir los beneficios de un proyecto solar local y ver repercutido en su factura de electricidad el beneficio correspondiente a la energía limpia producida.
“La energía solar colectiva está creciendo rápidamente en los estados de todo el país, y con razón. Los estadounidenses quieren más energía solar, y políticas como ésta extienden sus beneficios a aquellos que no han tenido acceso antes“, dijo Sean Gallagher, vicepresidente de asuntos estatales de la Asociación de Industrias de Energía Solar (SEIA).