Hace unos días, Toyota ha anunciado en Japón que, además de iniciar la producción de coches eléctricos en China para 2019, está trabajando en el desarrollo de una novedosa y revolucionaria tecnología de baterías. Las nuevas baterías en estado sólido de Toyota prometen cambiar las reglas del juego en el mundo del automóvil eléctrico a partir de su comercialización, pronosticada para 2022.
El potencial de las baterías de estado sólido es enorme: carga ultrarrápida, hasta el triple de capacidad energética, ciclos de vida útil que se extienden por décadas y una reducción en los costes considerable que probablemente convertirían el coche eléctrico en la primera opción de cualquier consumidor.
La conducción autónoma ha ganado considerable atención, pero las baterías de estado sólido podrían convertirse en la nueva carrera de fabricantes de automóviles para ver.