Noruega podrá ser el primer país del mundo en prohibir el uso de gas natural en calefacción. Esta país, el mayor productor de petróleo de Europa, detendrá totalmente el uso de gas natural para calentar edificios a partir de 2020, dejando de emitir 340.000 toneladas de gases de efecto invernadero al año.
Noruega ha hecho un esfuerzo muy grande para introducir políticas que reducen la emisión doméstica de gases de efecto invernadero y este no es más que la última de sus iniciativas. Todos los edificios tendrán que calentarse dentro de tres años con otra forma que no sea con gas natural.
Vidar Helgesenlaid, ministro de Medio Ambiente de la nación, presentó los planes en un comunicado, diciendo: "Aquellos que utilizan petróleo fósil para la calefacción deben encontrar otras opciones para 2020".
Entre las opciones barajadas la más atractivas es sin duda la bomba de calor, la cual puede trabajar con aerotermia, geotermia e incluso hidrotermia. Una forma de calefacción que necesita electricidad para alimentarse, pero que consigue altas eficiencias gracias al principio de funcionamiento las bombas de calor.