Hace nueve años, un grupo de personas visionarias decidieron intentar montar el primer molino eólico financiado, no por grandes empresas o grupos financieros, sino por particulares. Personas como tú y yo que, juntas, impulsamos un proyecto que pone a las personas, no a las eléctricas, en el centro del sistema energético colaborando para instalar, mantener y hacer funcionar el primer molino comunitario del Sur de Europa.
Hoy esto es una realidad y en Greenpeace hemos participado junto con otras 500 personas y organizaciones. El proyecto se llama Vivir del Aire del Cielo, es un aerogenerador de 2,35 MW que ya está activo y producirá electricidad equivalente al consumo de unos 1600 hogares desde el término municipal de Pujalt (Barcelona).
En Dinamarca, Bélgica, Reino Unido, Australia, Francia, Nueva Zelanda y EEUU hay otros casos de aerogeneradores promovidos y financiados por particulares e incluso en España hay más ejemplos de alternativas efectivas para que la ciudadanía pueda abrazar el cambio y participar en la generación de energía renovable. Para ello, estamos diseñando un mapa con las iniciativas existentes actualmente (como este molino social), que haremos público próximamente.
Está claro que si las personas nos unimos podemos transformar el sistema eléctrico para que responda de verdad a las necesidades de la ciudadanía pero si queremos que esto sirva a salvar el clima el cambio ha de ser muy rápido.