Más de 300.000 personas visitan los fiordos noruegos, una de las maravillas naturales del planeta, para recorrerlos en cruceros a través de sus aguas. Esas visitas producen una alta contaminación, hasta el punto que existen zonas en las que no es saludable respirar por el alto número de buques concentrados expulsando emisiones contaminantes.
Ahora el Parlamento noruego ha tomado cartas en el asunto y ha dicho basta ya. Ha declarado los fiordos noruegos como una zona cero emisiones para 2026. Para ese año solo podrán navegar barcos que sean totalmente eléctricos.
Los fiordos de Noruega, como el fiordo Nærøyfjord y el fiordo Geiranger, los ha incluido la UNESCO en su Lista de Patrimonio Mundial “considerándolos tan importantes que pertenecen a toda la humanidad y afirmando que deben preservarse para las generaciones futuras”.
En esta decisión ha tenido mucho que ver la presión de los ecologistas.
Noruega es uno de los países que más apuesta por la movilidad eléctrica. Además de ser el país con más vehículos eléctricos, ya lleva años trabajando con barcos eléctricos para reducir su huella de carbono en el transporte de mercancías.
Conocido es Ampere, el primer ferry totalmente eléctrico que navega por aguas noruegas. Ampere ha conseguido reducir las emisiones en un 95% y los costes de construcción en el 80%. Algo que ha llevado a otras empresas de transporte a contratar nuevos buques eléctricos.