El impacto de la transición hacia una economía baja en carbono sobre el empleo, a consecuencia de cumplir los objetivos marcados en el Acuerdo del Clima de París será positivo para la Unión Europea en su conjunto, aunque los países más beneficiados en materia de empleo serán Bélgica, España y Alemania, en este orden, donde se superarán en un 0,9 por ciento las previsiones.
Según el estudio ‘Future of manufactoring. Energy scenario: Employment, implications of the Paris Climate Agreement’, publicado este martes por Eurofund, la Fundación Europea para la mejora de las condiciones de vida y del empleo, el impacto de la transición para una economía baja en carbono afectará al número de empleos, debido a la actividad inversora que será necesaria para acometer tal transición que se sumará al impacto que generará gastar menos dinero en la importación de combustibles fósiles.
Según el estudio, los impactos de acometer las reformas necesarias para reducir en 2030 un 35 por ciento las emisiones de CO2 en el conjunto de la Unión Europea se producirán en distintos sectores. Por ejemplo se perderán empleos en la industria de la extracción y procesado de combustibles fósiles, pero aumentará el número de empleos en la construcción y fabricación de equipamientos de energías renovables y de eficiencia energética, junto con las industrias de suministro asociadas.
Ese es el sector que más beneficiará a España, según el estudio, que además estima que el empleo experimentará un crecimiento a consecuencia de que mejorarán los precios al consumidor de la energía solar fotovoltaica.