La compensación está concebida como un mecanismo de ahorro y eficiencia energética y no permite la obtención de un ingreso dinerario en la factura. El saldado podrá producirse durante un mes, pero si vence este plazo y la energía vertida en la red supera a la demanda registrada durante el período, el excedente se regala al sistema, es decir, límite de la compensación es el valor de la energía horaria consumida.
"Utilizando datos reales, el modelo desincentiva el sobredimensionamiento de las instalaciones, ya que el óptimo económico se encuentra en la maximización del autoconsumo instantáneo con vertidos puntuales de excedentes, porque cada kWh de autoconsumo instantáneo ahorra el importe íntegro del término de energía, mientras que en los excedentes compensados el ahorro se limita, como mucho, al coste de la energía más los servicios de ajuste que se incluyen", señala Pablo Corredoira, socio director de la consultara HazEnergía.
Para obtener un ingreso económico con los excedentes del autoconsumo, el prosumidor debe acogerse a una modalidad diferente, denominada venta de energía a la red, que valora la electricidad siempre al precio del pool, incluye el impuesto del 7% a la producción -ahora suspendido temporalmente- y el peaje habitual de la generación -de 0,5 euros por MWh-, además de tener que darse de alta como productor, asumiendo sus obligaciones, como contratar un representante y hacer las ofertas correspondientes al mercado.
La compensación, por otro lado, se puede efectuar de un modo compartido, incluyendo a varios autoconsumidores, de modo que se minimicen los vertidos puntuales a la red al aumentar los consumos instantáneos.