La energía solar es, probablemente, la que más potencial tiene de todo el catálogo de energías, tanto por su fácil obtención como por su contribución a la transición energética. De hecho, la cantidad de luz solar que llega a la Tierra en una hora y media es suficiente para hacer frente a las necesidades energéticas del mundo entero en un año. Además, puede ser utilizada tanto para producir electricidad como calor.
La gran ventaja de la energía solar es su disponibilidad. Los paneles solares pueden ser instalados en cualquier lugar, y tienen una vida útil de hasta cuarenta años. De hecho, la fabricación de estos es el único proceso contaminante asociado a ella, por lo que se trata de una energía limpia y sostenible. Además, a diferencia de otras renovables, la energía solar puede calentar.
Especialmente llamativo es el caso de España, el país de Europa con mayor potencial de producción de energía fotovoltaica pero con una infraestructura muy por debajo de la británica o la alemana. De hecho, a nivel mundial, ocupa el octavo puesto en lo que a capacidad de generación de energía solar se refiere.