El cierre temprano y estratégico de las centrales eléctricas más contaminantes del mundo, incluidas las ineficientes plantas de biomasa y combustibles fósiles, podría evitar la muerte prematura de hasta seis millones de personas para 2050, según ha descubierto una nueva investigación.
La investigación, publicada en la revista Nature Climate Change, encontró que cerrar las centrales eléctricas más contaminantes y dañinas, al enfocarse en abordar los problemas de contaminación del aire y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, salvaría millones de vidas.
La investigación ha sido dirigida por el profesor Qiang Zhang, de la Universidad de Tsinghua en Beijing, quien modeló los impactos potenciales tanto de las emisiones de gases de efecto invernadero como de la contaminación del aire causada por la generación de energía, particularmente el carbón.
El grupo de investigación identificó varias centrales eléctricas que eran desproporcionadamente responsables de la contaminación del aire y la mala salud, incluidos los generadores de combustibles fósiles y de biomasa, y descubrió que el cierre «estratégico» de estas centrales eléctricas podría ayudar a evitar hasta seis millones de muertes prematuras para 2050.
Una conclusión crítica de la investigación fue el hallazgo de que las políticas basadas en preocupaciones sobre el cambio climático por sí solas no eran suficientes para garantizar que se tomaran las medidas adecuadas para proteger la salud pública, particularmente cuando se trataba de reducir los contaminantes del aire que contribuían a los problemas respiratorios, pero que pueden no contribuir al calentamiento global.