19 ene 2025

Órdago de la nuclear: si no se rebajan los impuestos, se retirarán del mercado

España se encamina hacia el apagón de todas sus
centrales nucleares. Las grandes eléctricas pactaron en 2019 con el Gobierno y con Enresa, la empresa pública encargada de desmantelar las centrales y de gestionar los residuos radiactivos, un calendario de cierre progresivo de todos los reactores. El pacto con Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP -las eléctricas propietarias de las plantas- establece una clausura escalonada de las plantas que arrancaría en 2027 (con Almaraz) y culminaría con el último el cierre en 2035 (con Trillo).

Las grandes eléctricas han abierto una batalla legal en el Tribunal Supremo para tumbar la subida de la denominado ‘tasa Enresa’, pero también se movilizan para para conseguir una reforma integral de la fiscalidad del sector con una rebaja masiva de los impuestos específicos que pagan, en torno a 950 millones al año (a razón de 18 euros por MWh producido). Entre tasas y tributos, la electricidad producida por las centrales nucleares pagan más de 28 euros por MWh. En total, más de 1.500 millones de euros cada año. “La fiscalidad es discriminatoria. Las nucleares pagamos mucho más que las demás energías”, se quejó Araluce.

Las nucleares reclaman al Gobierno un gran recorte de los impuestos específicos que gravan la actividad de sus reactores, e incluso piden directamente la eliminación de todos o de algunos de los tributos vigentes especiales para la producción con nucleares, tanto los estatales como los autonómicos. El sector ha venido pidiendo al Gobierno que la recaudación millonaria del impuesto sobre la producción de combustible nuclear gastado y residuos no vaya a las arcas públicas generales, sino que se destinen a alimentar el fondo de Enresa para la gestión de los residuos nucleares (las centrales han pagado 3.100 millones de euros por este tributo tributo en algo más de una década y les quedarían por pagar otros 1.900 millones hasta el apagón nuclear).

Y las compañías también han reclamado que la propia Enresa deje de pagar un impuesto especial por sus almacenes nucleares, que luego acaba repercutiendo a las centrales (la sociedad pública ha abonado ya 148 millones y le quedaría por pagar según vaya aumentando el volumen de deshechos almacenados otros 1.277 millones más).

18 ene 2025

Las renovables son uno de los mayores intereses de los inversores españoles

El estudio de Nordea Asset Management ha arrojado que un 82% de los clientes españoles muestra un interés fuerte o moderado en ESG. (ESG son las siglas de Environmental, Social and Governance, a menudo denominado sostenibilidad). 

En concreto, el estudio ha arrojado que un 82% de los clientes españoles muestra un interés fuerte o moderado en ESG (criterios ambientales, sostenibles y de buen gobierno), un aumento de cinco puntos porcentuales respecto al año anterior.

Además, España también ha destacado como el país de la muestra con mayor porcentaje de asesores que planea seguir recomendando soluciones ESG durante 2025, con un 94% de profesionales que recomendaría estos fondos tanto o más que en el último año.

Los inversores españoles están motivados principalmente por la alineación de sus inversiones con sus valores personales y el potencial de obtener mejores rendimientos, lo que se traduce en que cerca de un 66% de los asesores españoles ha destacado la rentabilidad como motivador principal.

El cambio climático continúa siendo el tema más relevante, con un 64% de interés, seguido de cerca por las energías renovables, que captan la atención del 57% de los inversores.

Asociado al ámbito social, las principales preocupaciones de los inversores españoles se centran en la salud y el bienestar, con un abrumador 82% de interés, seguidas por la vivienda asequible, que preocupa al 43% de los encuestados.

17 ene 2025

Olvida la Revolución Industrial: el cambio energético más rápido de la historia humana está ocurriendo ahora

Las renovables se están instalando a un ritmo cinco veces mayor que el de todas las demás fuentes combinadas

La energía solar ha pasado de considerarse cara a ser la más competitiva de todas las fuentes de energía

Aun habiendo pasado por un bache, la energía eólica va camino de duplicarse para 2030

La Revolución Industrial ha sido, durante siglos, el gran referente del cambio económico y tecnológico global. Pero hoy estamos viviendo una transformación mucho más rápida con la adopción masiva de energías renovables a escala mundial.

Cinco veces más rápido que cualquier otra fuente. En menos de dos décadas, la instalación de aerogeneradores y paneles solares ha crecido a un ritmo que supera cualquier otra transición energética en la historia de la humanidad.

Hoy, la energía eólica y solar se están instalando a un ritmo cinco veces mayor que el de todas las demás fuentes de electricidad combinadas. Tanto en proyectos industriales como a pequeña escala, por su menor coste.

Una escala sin precedentes. Según el informe más reciente de la Agencia Internacional de la Energía, la potencia instalada de paneles solares y turbinas eólicas ha superado las proyecciones más optimistas.

En 2023 se añadieron más de 560 gigavatios y, si persiste la tendencia actual, en 2030 podríamos llegar a instalar 940 GW anuales de nueva capacidad renovable, alcanzando una potencia combinada de 5.500 GW.

Al comparar la velocidad de este fenómeno con el desarrollo de la industria del carbón o de la energía nuclear, queda claro que el progreso de las renovables está ocurriendo a una escala y una rapidez sin precedentes.

De considerarse cara a ser la más competitiva. Hasta hace poco, la energía solar fotovoltaica se consideraba costosa y dependía de subsidios para ser viable, pero la tecnología se ha abaratado tanto (gracias a la enorme oferta de paneles solares, inversores y otros componentes) que ahora es la forma de generación de electricidad más económica en gran parte del planeta.

Las fuertes políticas climáticas y las mejoras tecnológicas han llevado a que cada vez más países limiten la construcción de centrales de carbón y gas. Y hoy, incluso sin subvenciones, la energía solar y la eólica son a menudo más baratas que las centrales térmicas nuevas.

16 ene 2025

La AIE prevé que la producción de electricidad nuclear alcance un récord mundial en 2025

Se prevé que la energía nuclear alcance un nuevo récord en 2025 y puede mejorar la seguridad energética a medida que se acelera la demanda de electricidad, pero es necesario abordar los costos, los sobrecostos de los proyectos y la financiación

El renovado impulso de la energía nuclear tiene el potencial de abrir una nueva era para esta fuente de energía segura y limpia a medida que la demanda de electricidad crece fuertemente en todo el mundo, según un nuevo informe de la AIE .

El informe, titulado The Path to a New Era for Nuclear Energy (El camino hacia una nueva era para la energía nuclear), muestra el nuevo impulso que está adquiriendo la energía nuclear en forma de nuevas políticas, proyectos, inversiones y avances tecnológicos, como los reactores modulares pequeños (SMR). Ofrece una evaluación exhaustiva de la situación actual, en la que se identifican los principales desafíos que es necesario abordar para aprovechar el impulso actual y permitir que se afiance una nueva era. Esto incluye información sobre cómo financiar nuevos proyectos nucleares y, al mismo tiempo, garantizar cadenas de suministro fiables y diversificadas para construirlos y abastecerlos de combustible.

“Hoy está claro que el fuerte regreso de la energía nuclear que la AIE predijo hace varios años está en marcha, y se prevé que la energía nuclear genere un nivel récord de electricidad en 2025”, afirmó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol . “Además, se están construyendo más de 70 gigavatios de nueva capacidad nuclear a nivel mundial, uno de los niveles más altos de los últimos 30 años, y más de 40 países de todo el mundo tienen planes para ampliar el papel de la energía nuclear en sus sistemas energéticos. Los SMR, en particular, ofrecen un potencial de crecimiento apasionante. Sin embargo, los gobiernos y la industria aún deben superar algunos obstáculos importantes en el camino hacia una nueva era para la energía nuclear, empezando por la entrega de nuevos proyectos a tiempo y dentro del presupuesto, pero también en términos de financiación y cadenas de suministro”.

Uno de los mayores bancos del mundo tira de las orejas al Gobierno: “El cierre de la nuclear en España es un gran error estratégico”

El cierre de la energía nuclear en España está programado para 2035. El primer reactor en clausurarse será
Almaraz I, a finales de 2027, con el objetivo de que en 10 años se ponga fin de una vez y para siempre a esta tecnología en el país. Así lo ha reiterado la actual ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen. La última vez, este miércoles.

Pero, a medida que se repite ese mensaje, se alzan más voces que ponen en duda que ese sea el camino adecuado. Royal Bank of Canada (RBC) avisa de que “el cierre de esta electricidad de carga base es un gran error estratégico del Gobierno español” y considera que es poco probable que todos los reactores se cierren en 2035.

RBC, una de las mayores entidades financieras del mundo –su capitalización en Bolsa ronda los 160.000 millones de euros–, asegura que la nuclear generó alrededor del 20% de la electricidad producida en España el año pasado y que “fueron clave en muchas horas del año”. “Hubo periodos en el cuarto trimestre en los que la interrupción no planificada de solo una planta nuclear provocó un aumento significativo de los precios de la energía durante varias horas o incluso días”, señala.

Se refiere a la inestabilidad que se generó con la central de Ascó el pasado otoño.

El departamento de análisis del banco advierte de que “esta decisión aumentaría la dependencia de España del gas externo y aumentaría la volatilidad en los precios de la energía y en las emisiones”, y añade que “esta decisión aumentaría la dependencia de España del gas externo y aumentaría la volatilidad en los precios de la energía y en las emisiones”.

Europa se hace el 'haraquiri' con el GNL

La dependencia europea del gas ruso está provocando una crisis económica en Alemania que poco a poco se va contagiando al resto de Europa. La industria europea está sufriendo porque es incapaz de encontrar gas barato, que ha sido la base de su crecimiento en las últimas cuatro décadas.

El plan europeo de deshacerse del gas ruso puede generar una crisis sin precedentes en la industria europea porque hace imposible competir con sus rivales norteamericanos o ya no digamos asiáticos.


Los anuncios de cierres de fábricas o de despidos son continuos desde hace meses y la previsión no es nada halagüeña si vemos los mercados energéticos. Europa se ha quedado ya sin gas ruso vía Ucrania.

Según cuenta Bloomberg, Europa necesita más GNL porque no se contaba con el corte ucraniano. Siempre ha sido una baza para negociar, pero nunca se había cortado el suministro. Pero Zelenski se ha cansado.

Estas necesidades de más GNL están haciendo que se desvíen buques que tenían como destino Asia y acaben dirigiéndose hacia Europa porque han decidido pagar más por ese GNL.

Esto significa que Europa está dispuesta a pagar más por el gas, el GNL lo necesita como el comer porque tampoco tiene los almacenamientos como en la pasada crisis y no hay de momento tanto buque y GNL en el mercado. Además, la demanda de gas en Asia no está siendo alta gracias a las mejores temperaturas.


El precio actual de los mercados de gas es de unos 47 €/MWh. Lleva así varias semanas rondando los 50 €/MWh en el TTF holandés y el Mibgas español se sitúa en los mismos niveles, ya no consigue tenerlo más barato.

Entonces entrarían en juego los otros dos grandes players del GNL mundial, EEUU y Qatar, y ambos han amenazado a Europa con GNL más caro. Ambos países están llevando a cabo millonarias inversiones para producir gas y convertirlo en GNL para suministrarlo por barco a medio mundo. Y eso hay que pagarlo tarde o temprano.

¿Qué se prefiere? ¿Mantener el suministro ruso o comprar gas más caro en forma de GNL a otros proveedores y lastimar la industria europea? A lo mejor es el momento de repensar las cosas.

15 ene 2025

Un proyecto que hibrida aerotermia y fotovoltaica para la calefacción en 34 viviendas en Madrid consigue ahorros energéticos de más del 60%

La empresa de servicios energéticos Remica ha implementado el Plan Remica Hybrid Coste Cero en varios edificios de viviendas en Madrid y ha reducido su consumo energético en un 60% en todos los casos.

Uno de ellos se ha llevado a cabo en 2023, en un edificio residencial de 34 viviendas situado en la zona de Moncloa de Madrid para mejorar el sistema de calefacción y agua caliente sanitaria. Es una construcción de 12 plantas con un total de 34 viviendas, que data de 1976. Inicialmente, contaba con una caldera de gas estándar de 270 kW que proporcionaba agua caliente sanitaria y calefacción.

En 2023, Remica ha incorporado un sistema híbrido de climatización que combina aerotermia y energía solar fotovoltaica como fuentes principales, y ha mantenido las calderas existentes como sistema de reserva.

En concreto, se han instalado 15 paneles solares de 500 Wp cada uno y seis bombas de calor que proporcionan calefacción y agua caliente sanitaria. Asimismo, se ha dotado a las viviendas de un sistema de individualización de consumos con la instalación de repartidores de costes y válvulas termostáticas.

Gracias a esta intervención, la comunidad ha reducido su consumo energético en un 62,10%, lo que equivale a 211.379 kWh al año. Además, ha conseguido disminuir sus emisiones de CO2 en 37,62 toneladas anuales, lo que supone una reducción del 54,18%. A nivel económico, este cambio ha generado un ahorro anual de 15.666 €, un 34,26% menos en su factura energética.

Desde Remica explican que “el éxito de proyectos como este se ve favorecido por las deducciones fiscales y subvenciones disponibles. Entre las más destacadas están las deducciones en el IRPF, que permiten a los propietarios deducir hasta el 60% del coste del proyecto en su declaración de la renta, siempre que las mejoras reduzcan el consumo de energía primaria no renovable en al menos un 30% o que el edificio alcance una calificación energética A o B.