13 mar 2024

El apoyo político y la continua caída de costes llevan a récords de solar y eólica en un informe muy positivo de la AIE

En su nuevo informe, The Clean Energy Market Monitor, la Agencia Internacional de la Energía recoge las tendencias más recientes de una selección de tecnologías clave de energías limpias y evalúa las implicaciones para los mercados energéticos en general.

El despliegue mundial de renovables alcanzó nuevas cotas en 2023, con unas adiciones anuales de energía solar fotovoltaica y eólica que crecieron un 85% y un 60%, respectivamente, hasta alcanzar casi 540 GW, con China representando la mayor parte de ambas.

El crecimiento se debe al apoyo político y la continua disminución de los costes de las tecnologías, especialmente solar y eólica. De 2019 a 2023, la inversión en energía limpia aumentó casi un 50%, hasta los 1,8 billones de dólares en 2023, y creció en torno al 10% anual durante este período.

La energía solar ha crecido un 85%, impulsada principalmente por China. En total, el mundo habrá añadido la cifra récord de 420 GW de capacidad solar fotovoltaica para 2023. China representa más de la mitad de esta cifra, con nada menos que 261 GW de nuevas instalaciones. De hecho, China añadió tanta capacidad solar fotovoltaica en 2023 como todo el mundo en 2022. La AIE explica que la rápida expansión de la industria de fabricación solar de China ha llevado a una reducción del 50% en los costes de los módulos fotovoltaicos desde diciembre de 2022

En la Unión Europea, por su parte, se ha instalado un récord de 52 GW en 2023. En cuanto a la energía eólica, la AIE señala 117 GW de nueva capacidad en todo el mundo, frente a 75 GW en 2022.

Las ventas de coches eléctricos crecieron en torno al 35% en 2023, hasta alcanzar los 14 millones de vehículos o una de cada cinco ventas mundiales. China volvió a liderar la tendencia, con uno de cada tres coches vendidos eléctricos, mientras que en la Unión Europea fue uno de cada cuatro.

Por el contrario, las ventas de bombas de calor en todo el mundo experimentaron un descenso marginal respecto a los niveles récord de 2022, ya que los escasos consumidores evitaron gastar en artículos caros y se calmó un poco la preocupación por los altos precios del gas. La ralentización de las ventas de bombas de calor pone de relieve la importancia de las políticas de apoyo para ayudar a los consumidores con problemas de liquidez y reducir la diferencia entre los precios de la electricidad y el gas.