Los beneficios asociados al autoconsumo son múltiples, ya que supone una mayor independencia energética, mejorando la balanza de pagos.
Es sinónimo de eficiencia energética, generando un ahorro importante en la ciudadanía y en las empresas.
Es motor de crecimiento y empleo en las empresas al mejorar su competitividad gracias a la reducción de sus costes energéticos y al suponer un yacimiento de empleo verde
cualificado, estable y distribuido (para el año 2020 más de 3 millones
de empleos a nivel europeo y 200.000 en todo el estado español).
Promueve el uso eficiente de los recursos,ya que evita
la construcción de nuevas redes de transporte y distribución, de elevada
ineficiencia, escasa aceptación social y notable impacto ambiental, al
acercar los puntos de generación a los de consumo, minimizando las
pérdidas en la red.
Es una excelente herramienta de lucha contra el calentamiento global del planeta y, además es motor para la transición hacia un nuevo modelo económico, ecológico y social,
pues permite descentralizar y democratizar el mercado, abaratando el
precio de la energía y permitiendo un acceso asequible a este bien básico.
Es cuestión de voluntad política identificar los recursos renovables
autóctonos más interesantes de cada lugar, poner en marcha la
legislación adecuada que aporte seguridad a las inversiones y establecer
las ayudas pertinentes para el impulso de este sector estratégico.