A partir de marzo se empezarán a probar en París unas turbinas eólicas
bautizadas como L'Arbre à Vent (de la empresa NewWind).
Estos
dispositivos con forma de árbol son capaces de generar energía con una
velocidad del viento de 2 metros por segundo y su principal atractivo es
que pueden emplearse en grandes ciudades como fuente de energía
alternativa, además de poder ser conectados directamente a la red eléctrica.