Despedimos 2014 y damos la bienvenida a 2015 con este artículo de opinión de Javier García Breva. En él, el experto en energía destaca uno de los principios más importantes recogidos en las directivas europeas sobre energía y eficiencia energética: el papel activo del consumidor, como centro del sistema, a la vez generador y gestor de su demanda a través del autoconsumo y el acceso a su contador.
Las normas europeas plantean a los gobiernos la obligación de eliminar las barreras que obstaculizan el acceso de los consumidores a las renovables y la eficiencia energética. Su plena incorporación a las normas nacionales afecta al cumplimiento de los objetivos de energía y clima para 2020. Los efectos de la reforma energética, al frenar el desarrollo de las renovables y crearnuevas
barreras a la eficiencia energética, provocarán desviaciones en la
trayectoria de los objetivos que deberían tenerse en cuenta guardando la
coherencia entre las normas europeas y la regulación nacional.
La política energética está obligada al cumplimiento de las directivas europeas porque definen un modelo energético con la prioridad de proteger el medio ambiente y la defensa de los consumidores como parte activa de la gestión de la demanda. Estos dos conceptos contienen la solución a todos nuestros problemas energéticos y no pueden ser excluidos de la reforma energética porque supondría el incumplimiento de las normas europeas.
Las normas europeas plantean a los gobiernos la obligación de eliminar las barreras que obstaculizan el acceso de los consumidores a las renovables y la eficiencia energética. Su plena incorporación a las normas nacionales afecta al cumplimiento de los objetivos de energía y clima para 2020. Los efectos de la reforma energética, al frenar el desarrollo de las renovables y crear
La política energética está obligada al cumplimiento de las directivas europeas porque definen un modelo energético con la prioridad de proteger el medio ambiente y la defensa de los consumidores como parte activa de la gestión de la demanda. Estos dos conceptos contienen la solución a todos nuestros problemas energéticos y no pueden ser excluidos de la reforma energética porque supondría el incumplimiento de las normas europeas.