Además de ahorrar en sus costes energéticos y en vidas de aves, el anuncio de Google es
otra señal de que la energía limpia ya no es un caso atípico, sino más
bien una forma segura y comercialmente viable para las empresas para
reducir su impacto ambiental y también conseguir precios estables de la
energía a largo plazo para sus operaciones.
La compra de 43 MW de la granja Altamont Pass será más que suficiente
para alimentar la cercana sede de Google, fomentando su compromiso de
llegar a cubrir sus necesidades con energía 100 por cien renovable. Ya
se trate de Google, Apple, IKEA, Microsoft o Amazon, la lista de las grandes empresas que apuestan por las energías limpias es cada día más larga.