‘El Sol sale para todos’. Ese era el nombre de un comercio de
ultramarinos ya desaparecido del madrileño barrio de Chamberí, aunque su
aforismo, o más bien tesis, debería estar hoy en día más vigente que
nunca pues cada vez hay más “tecnologías solares” accesibles y viables para beneficiarnos de este recurso renovable y hacer más confortable y sostenible nuestra forma de vivir.
En la costa mediterránea española se puede uno acercar a la autosuficiencia, eso sí, conectada,
no solo en energía (solar) sino también en agua (desalación). Solo hace
falta que el marco normativo para la autogeneración y el autoconsumo
acompañe adecuadamente, lo cual no es todavía el caso en España, pero está al caer.