La tecnología SPS (Space Power Satellite) es una de las eternas
promesas de la conquista del espacio. Nada mejor que unos cuantos
satélites gigantes en órbita para producir constantemente toda la
energía limpia que necesita una Tierra hambrienta de recursos. Desde que
en los años 70 los satélites SPS se presentaran como la solución a casi
todos los problemas energéticos de la humanidad, el concepto ha perdido
mucho fuelle, pero eso no evita que resurjan nuevas encarnaciones de
sistemas SPS. Y si hace unos años vimos un proyecto de SPS ruso, ahora le toca el turno a China.