Ayer, martes 6 de febrero a las 21:45 (hora española), SpaceX realizó el primer lanzamiento de su cohete Falcon Heavy. Este hecho ha supuesto todo un hito para la empresa, si bien lo que a nosotros nos interesa era su insólito pasajero: un Tesla Roadster de primer generación perteneciente a Elon Musk, que ha sido puesto en órbita.
La importancia de este lanzamiento radica en que con él SpaceX demuestra su capacidad de lanzar objetos pesados al espacio. Dicho de otra forma, la empresa puede enviar mucha carga al espacio a un coste ligeramente superior al de un Falcon 9, por lo que la evolución respecto al anterior modelo de la compañía es sustancial.
Durante el evento hubo una serie de problemas que llevaron a retrasar varias veces el lanzamiento. Además, el Tesla Roadster, que estaba destinado a ser enviado a la órbita de Marte, ha sobrepasado la trayectoria prevista y ahora se dirige hacia un cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter que probablemente lo destruya.
Este maniobra no solo ha supuesto un espaldarazo para SpaceX, sino que también podrá ser aprovechada por Tesla, pues cualquier publicidad es bienvenida a la hora de promocionar la marca. Además, dentro de apenas dos años saldrá el nuevo Roadster, un modelo que gracias a sus prestaciones (0-96,5 km/h en 1,9 segundos, 1.000 km de autonomía, 400 km/h de velocidad punta) debería revolucionar el mercado automovilístico con su llegada.